Los grupos de poder económico y los partidos políticos que defienden sus intereses (ARENA, PCN y PDC) son como aquellos escribas y fariseos hipócritas, señalados por Jesús en su célebre discurso registrado en el Capítulo 23 del Evangelio de San Mateo.
“¡Hay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis afuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia (Mat. 23:25)”, reprochó el Maestro, por la incongruencia entre el discurso y la acción de las élites políticas, religiosas y económicas de aquella época.
Esto mismo diría Jesús a los empresarios que aparentan ser honestos y honrados, pero explotan a sus trabajadores, no pagan sus impuestos, destruyen el medio ambiente y utilizan al gobierno para defender sus intereses.
“¡Hay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros que por fuera se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos y de toda inmundicia (Mat. 23:27)”, acusó Jesús, a quienes intentaban engañar al pueblo con declaraciones bonitas, pero en su corazón y su mente tenían perversas intenciones de dominar al pueblo y violentar sus derechos.
Lo mismo diría el Maestro a los gobiernos que, en nombre de la “modernización”, el “desarrollo” y el “bienestar de la población”, privatizaron, dolarizaron y endeudaron al país.
“Así también vosotros os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e inequidad” (Mat. 23:28), criticó el Hijo de Dios, a todos los hombres y mujeres que predican el bien, pero en el fondo defienden intereses oscuros que nada tienen que ver con el bien común.
Esto mismo diría Jesús a los líderes políticos y religiosos que se declaran demócratas y/o portadores de mandatos divinos, con el propósito de engañar, manipular y chantajear a la gente humilde.
Estos escribas y fariseos hipócritas fueron los que asesinaron al Maestro, por tanto, no es casualidad que sus descendientes hayan asesinado a Monseñor Oscar Arnulfo Romero y a muchos sacerdotes y pastores que predicaron los principios cristianos de liberación y justicia.
Los escribas y fariseos modernos, hijos y nietos de aquellos señalados por Jesús, se cuentan por montones en nuestros días, tantos hay que si Jesús volviera a venir tendría que sacarlos a acialazos como hizo con aquellos mercaderes que usurpaban el Templo (Juan 2:14-16).
Escribas y fariseos modernos son los grupos Poma y Dueñas que se presentan como inversionistas responsables, pero con sus centros comerciales destruyeron la Finca El Espino y ahora toda el agua que allí se filtraba inunda la zona baja de San Salvador, por tanto, son culpables por la muerte de más de 30 personas, recientemente, en la Colonia Málaga.
Escribas y fariseos modernos son los accionistas, directivos y propagandistas de Pacific Rim que hablan de beneficios económicos y sociales de la minería, pero sus actividades en Cabañas han secado fuentes de agua, generado discordia en las comunidades y han corrompido a varias autoridades.
Escribas y fariseos modernos son los dirigentes de ARENA que se declaran democráticos pero amenazan que están dispuestos a hacer “cualquier cosa” para evitar la alternancia en el poder, condición básica de toda democracia. “Dicen una cosa, pero hacen otra”, diría, con toda razón, Jesús.
Escriba o fariseo moderno es Rodrigo Ávila, el candidato presidencial de partido gobernante, quien se confiesa cristiano, pero en una entrevista con el semanario virtual El Faro admitió que ha asesinado a personas, a pesar de que “No Matarás” es uno de los principales mandamientos de Dios.
Escribas y fariseos modernos son los diputados areneros de Cabañas y los alcaldes de San Isidro, Guacotecti y Sensuntepeque que se dicen cristianos pero se burlan de la declaración de la Conferencia Episcopal “Cuidemos la Casa de Todos” y promueven la explotación minera. Tampoco les importa que el Papa Benedicto XVI haya manifestado que contaminar es pecado.
Estos señores dicen que creen en Dios, pero están dispuestos a destruir su Creación.
“¡Serpientes, generación de víboras!, ¿cómo escaparéis de la condenación del infierno? (Mat. 23:33)”, sentenció Jesús a aquellos escribas y fariseos hipócritas. Lo mismo haría con los escribas y fariseos hipócritas de hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario