jueves, 22 de enero de 2009
Editorial. 2009: El cambio posible
Del año 2008 destacan dos aspectos relevantes. Uno es la crisis económica, social y ambiental. La crisis económica se manifiesta en el incremento del desempleo, el alto costo de los productos básicos (alimentos, medicinas e insumos agrícolas), la pobreza y la emigración masiva de compatriotas que buscan en otro país oportunidades que aquí no encuentran.
La crisis social se expresa la grave inseguridad y delincuencia, aun cuando el programa de gobierno del presidente Antonio Saca se llama “País Seguro”. Entre junio de 2004 y diciembre de 2008 se contaron 16 mil asesinatos. Uno de los responsables de esta masacre es el candidato de ARENA, Rodrigo Ávila, quien fracasó en dos ocasiones como director de la PNC.
Y la crisis ambiental se caracteriza por mayor contaminación de ríos y quebradas, deforestación, aumento de la temperatura y la amenaza de la explotación minera, principalmente en Cabañas. El Salvador se mantiene como el segundo más deteriorado ambientalmente de América Latina, sólo después de Haití, cuyas condiciones parecen las de África.
El otro aspecto relevante es la posibilidad de un relevo en el gobierno, luego de 20 años de administraciones areneras y sus políticas equivocadas que causaron la crisis mencionada. Por primera vez el FMLN aparece muy arriba de ARENA en las preferencias electorales, gracias al arrastre de su candidato presidencial Mauricio Funes. Así lo demuestran todas las encuestas.
A pesar de la enorme campaña de miedo impulsada por Fuerza Solidaria, una organización de fachada dirigida por Jaime Handal (ex precandidato de ARENA para la Alcaldía de San Salvador), el FMLN y su aspirante presidencial lograron la simpatía de la población deseosa de cambios. Analistas, de derecha y de izquierda, consideran que esta tendencia ya no cambiará.
Si esto sucede, tendremos alternancia en el gobierno, lo cual es necesario en toda democracia. En Estados Unidos hubo alternancia con la llegada del demócrata Barack Obama, después de ocho años de gobiernos desastrosos del republicano George Bush. La alternancia sirve para que el nuevo gobierno corrija los errores que cometió el anterior y reoriente el país.
Si este nuevo gobierno se equivoca y no cumple sus promesas, cinco años después, las nuevas elecciones serán la oportunidad para sacarlo del poder y colocar a otro. Así funciona la alternancia en las democracias. Por tanto, no debe existir ningún temor a un cambio de gobierno. El cambio es algo natural en la evolución humana, en el sentido biológico y en el político.
La crisis social se expresa la grave inseguridad y delincuencia, aun cuando el programa de gobierno del presidente Antonio Saca se llama “País Seguro”. Entre junio de 2004 y diciembre de 2008 se contaron 16 mil asesinatos. Uno de los responsables de esta masacre es el candidato de ARENA, Rodrigo Ávila, quien fracasó en dos ocasiones como director de la PNC.
Y la crisis ambiental se caracteriza por mayor contaminación de ríos y quebradas, deforestación, aumento de la temperatura y la amenaza de la explotación minera, principalmente en Cabañas. El Salvador se mantiene como el segundo más deteriorado ambientalmente de América Latina, sólo después de Haití, cuyas condiciones parecen las de África.
El otro aspecto relevante es la posibilidad de un relevo en el gobierno, luego de 20 años de administraciones areneras y sus políticas equivocadas que causaron la crisis mencionada. Por primera vez el FMLN aparece muy arriba de ARENA en las preferencias electorales, gracias al arrastre de su candidato presidencial Mauricio Funes. Así lo demuestran todas las encuestas.
A pesar de la enorme campaña de miedo impulsada por Fuerza Solidaria, una organización de fachada dirigida por Jaime Handal (ex precandidato de ARENA para la Alcaldía de San Salvador), el FMLN y su aspirante presidencial lograron la simpatía de la población deseosa de cambios. Analistas, de derecha y de izquierda, consideran que esta tendencia ya no cambiará.
Si esto sucede, tendremos alternancia en el gobierno, lo cual es necesario en toda democracia. En Estados Unidos hubo alternancia con la llegada del demócrata Barack Obama, después de ocho años de gobiernos desastrosos del republicano George Bush. La alternancia sirve para que el nuevo gobierno corrija los errores que cometió el anterior y reoriente el país.
Si este nuevo gobierno se equivoca y no cumple sus promesas, cinco años después, las nuevas elecciones serán la oportunidad para sacarlo del poder y colocar a otro. Así funciona la alternancia en las democracias. Por tanto, no debe existir ningún temor a un cambio de gobierno. El cambio es algo natural en la evolución humana, en el sentido biológico y en el político.
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