jueves, 22 de enero de 2009

¿Trabajo o esclavitud?



Por: Dra. Érika Valencia y Dr. Óscar Perdomo

En la red pública de salud hay dos tipos de hospitales: los “hospitales escuela” y los “hospitales no-escuela”. En ambos hay doctores llamados “residentes”, quienes son médicos graduados de Medicina General.

En los “hospitales escuela”, los médicos generales trabajan y estudian durante tres años para conseguir una especialidad (Pediatría, Cirugía, entre otras). Algunas de sus funciones son examinar, diagnosticar y dar el primer tratamiento a los pacientes. Por las mañanas examinan, verifican el cumplimiento de las indicaciones y presentan los pacientes al médico especialista llamado “agregado o staff”. Éste avala, modifica o suspende el tratamiento.

En los “hospitales no escuela”, los médicos generales trabajan sin conseguir especialidad, pero tienen las mismas funciones y responsabilidades de los médicos en vías de especialización o residentes.

En ambos casos, las jornadas laborales alcanzan las 288 horas mensuales: de lunes a viernes, de 7:00 a.m. a 3:00 p.m., más turnos de noche cada 4 días y de 24 horas los fines de semana.

En algunos hospitales, donde los turnos son cada 3 días, las jornadas ascienden a 332 horas mensuales, cuando el resto de empleados públicos laboran por ley 160 horas al mes. Esto es violación a los Derechos Humanos y a los derechos laborales, específicamente.

Los hospitales, por tanto, actúan como maquilas: sacando la mayor cantidad de trabajo posible, con la menor cantidad de médicos posible.

Los médicos generales que laboran en hospitales nacionales –sean escuela o no escuela– trabajan por contrato anual y a los tres años, generalmente, son despedidos. No conocemos caso alguno, donde el Ministerio del Trabajo haya protegido a médicos generales despedidos.

Las largas jornadas de trabajo, sin descanso y sin los instrumentos necesarios, provocan desgaste físico y psicológico. Esto impide a cualquier trabajador continuar su trabajo eficientemente.

En el caso de los médicos, la principal consecuencia de esto es la mala atención a los pacientes, porque ¿cómo atender bien a un paciente por la mañana, si en la noche anterior y la madrugada se examinaron 60 pacientes? y ¿cómo reclamar buena atención de un médico que no ha dormido durante 24 horas?

¿Trabajo o esclavitud? Los médicos generales –en proceso de especialización médica o no– esperan reformas al sistema de salud que cambien esta situación, para bien de los pacientes y de los médicos generales.

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